martes, 5 de junio de 2012

Entre los 0 y los 6 meses, estimulación para activar los sentidos.




En esta etapa, el bebé se concentra en reconocer las sensaciones de su cuerpo y aprende a autorregularse. Hace demandas al medio en términos de alimentación, descanso, cambio de pañal, abrigo y juego, entre otras.
Es necesario que cuente con una persona que identifique y que le brinde todo lo necesario para su bienestar.
Esto es lo que debe hacer en cada fase y las actividades que requiere para potencializar su desarrollo.
0-3 meses
Actividades: según la sicóloga Cecilia Zuleta, especialista en desarrollo y crianza, hay que tener en cuenta que existen bebés sensibles a los cuales se les puede dar un solo estímulo a la vez (si le cantan no lo pueden arrullar). Los padres, en este aspecto, deben ser cautelosos.
La terapeuta ocupacional Eliana Peñaloza recomienda lo siguiente:
Para estimular la parte táctil: hágale masajes y báñelo con elementos de diferentes texturas: elabore muñecos o guantes con telas de estropajo (suave y húmedo), toalla o terciopelo. Es importante exponerlo a temperaturas que tengan cambios suaves (con agua, alimentos). En cuanto a los masajes, estos se efectúan primero de un lado y luego del otro, de modo que al bebé le llegue información más organizada. Se hacen de arriba hacia abajo y del centro hacia fuera (puede comenzar con el lado derecho y luego el izquierdo).Háblele al bebé y cuéntele qué está haciendo con él (decirle, por ejemplo, ‘este es tu brazo y lo estoy masajeando’). Área vestibular (movimiento): cuando lo arrulle, balancéelo a diferentes velocidades sin agresividad: hacia delante, hacia atrás, acérquelo y aléjelo. La terapeuta ocupacional Angélica Chavarro aconseja, en estos primeros tres meses, exponer al infante a sonidos suaves y fuertes y a juguetes de diferentes pesos. Área motriz: álcelo de forma que pueda observar todo a su alrededor, haga bicicleta con sus piernas —a diferentes ritmos—, estire sus brazos hacia arriba y hacia los lados, déjelo boca abajo un rato, permítale agarrar sus dedos y moverse libremente quitándole la ropa. Área sensorial: muéstrele objetos con contraste fuerte de colores para que los siga con la mirada, póngale música y permítale observar libros de imágenes. Los juguetes ideales son aquellos que se mueven y emiten sonidos. Por ejemplo, sonajeros, móviles y pelotas.
¿Que debe hacer?
Motricidad gruesa
Mueve los brazos y las piernas vigorosamente. Tolera la posición boca abajo. Sostiene la cabeza. Intenta apoyarse sobre los antebrazos. Trata de voltearse.
Motricidad fina
Inicia seguimientos visuales (horizontal, vertical, circular e irregular). Voltea la cabeza al percibir una voz o algún ruido. Junta sus manos espontáneamente.
Área cognoscitiva
Comienza a discriminar entre voces, personas, distancias y tamaños de objetos. Reacciona con movimientos de todo su cuerpo y se esfuerza por tomar algo que le atrae. Empieza a fijarse en los movimientos de sus propias manos. Muestra evidencia de memoria a más largo plazo. Explora con las manos su cara, ojos y boca. Entiende el concepto de que la gente entra y sale.
Desarrollo social
Sonríe fácilmente y de forma espontánea. Se calma al alzarlo o con la voz de la madre. Reacciona diferente ante su presencia. Responde con todo su cuerpo a una cara o voz conocidas. Mira a su mamá cuando come.
Área del lenguaje
Inicia el balbuceo. Tiene succión más vigorosa. Presenta diferentes tipos de llanto. Cambia su conducta con los ruidos.
4-6 meses
¿Que debe hacer?
Motricidad gruesa
Cambia de posición boca arriba a boca abajo. Inicia arrastre en forma circular. Se mantiene sentado con apoyo.
Motricidad fina
Observa cómo caen los objetos y los deja caer a propósito. Sostiene el tetero. Alcanza y agarra un objeto con la mano. Juega vigorosamente con aquellos que produzcan sonidos. Golpea dos elementos, uno contra el otro. Puede pasar un objeto de una mano a otra. Destapa los que han sido escondidos en presencia suya.
Desarrollo social
Sonríe abiertamente y le gusta ver su imagen reflejada en un espejo. Palmotea por imitación. Manifiesta gusto o disgusto con gestos. Se fortalece el vínculo mamá-bebé. Busca a la madre en los juegos.
Área cognoscitiva
Descubre la relación causa-efecto con repetición de juegos. Puede permanecer alerta durante casi dos horas continuas. Voltea su cabeza voluntariamente hacia un sonido. Busca visualmente objetos que se mueven con rapidez. Reconoce aquellos que le son familiares. Coordina movimiento de ojos y manos para alcanzar algún objeto.
Área del lenguaje
Hace sonido de gusto o disgusto.
Actividades
La terapeuta Eliana Peñaloza recomienda:
Área táctil: Abrácelo fuerte, luego más suave, de manera que le llegue la información a nivel muscular. Aplíquele cremas con un poco de azúcar blanca. Área sensorial Expóngalo a diferentes olores y objetos de distinto volumen, planos y colores de contraste. Cántele canciones, rimas y versos. Léale cuentos. “A esta edad, el bebé tiene conciencia más clara de su cuerpo y de los horarios de actividades como la alimentación. En ocasiones deja de comer por prestar atención a un estímulo”, señala Angélica Chavarro, terapeuta ocupacional.
La experta sugiere para esta etapa entre los 4 y los 6 meses otras actividades como:
Dejar que el bebé arrugue revistas y manipule fichas que suenen. Jugar a taparlo para que él intente descubrirse por sí solo. Envolverlo como un ‘cigarrillo’, desdoblarlo un poco y que él lo siga haciendo. Elaborar tapetes de diferentes texturas: pegar en una parte granos (fríjol, garbanzo o lenteja, por ejemplo), en otra algodón y en otra espuma para que el niño experimente diferentes sensaciones. Ponerle objetos en su camino, a manera de obstáculos, para observar qué hace. Este es un buen ejercicio para permitirle resolver situaciones que se le presenten. Arrullarlo hacia delante y hacia atrás; también, ponerlo en una cobija —que dos adultos deben sostener fuertemente por ambos extremos— y balancear al pequeño. Juguetes: títeres de diferentes tamaños, espejos plásticos, libros, manillas hechas con media velada.



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